Al dia de hoy, tener expuesta una etiqueta medioambiental en nuestro vehículo, se ha convertido en necesidad. En un principio, ésta la podiamos recibir en nuestro domicilio, pero ahora la mayoría debemos conseguirlo por nuestra cuenta.
En el caso de un vehículo de uso profesional, la podriamos conseguir a través de la red de talleres de la Confederación Española de talleres (CETRAA), el Instituto de Estudios de Automoción (IDEAUTO), gestores administrativos especializados, o mediante la Asociación Ganvam en el caso de flotas, aunque estos trámites no suelen estar al alcance particular.
Una de las opciones es que tenemos Como particulares, es ir a la DGT, solicitando cita previa, para pedir un duplicado y pagando una tasa de 8 euros.
Sin embargo, por otro lado existe una opción más lógica y rápida que el resto. Correos ya que también está asumiendo las solicitudes de dichas tarjetas. Se trata, sin duda, de una de las mejores opciones para conseguir el distintivo.
1. Consultar si nuestro vehículo tiene derecho a cualquier tipo de etiqueta (amarilla, verde, eco o cero). Para ello, debemos consultar en la web de la DGT o en el ayuntamiento.
2. Una vez que sabemos si podemos utilizar dicha identificación podemos recurrir a Correos. Haciendo una solicitud vía web, en la que nos pedirán la documentación necesaria así como el pago por la gestión. Posteriormente recibiremos la etiqueta en nuestro domicilio por correo postal. Para hacer la solicitud vía web, haz clic aquí.
Sin embargo, también puedes acudir por la vía directa, es decir, acudir personalmente a cualquier oficina de correos para solicitarlo en persona. En este caso presentaremos permiso de circulación, DNI y la autorización del propietario en caso de que no seamos los dueños del vehículo en cuestión.
De esta forma, cualquier agente de Correos nos informara de qué tipo de etiqueta debemos llevar y tras el pago de 5 euros, nos la imprimirá con nuestra matricula. En menos de diez minutos tendremos la gestión hecha.
Son adhesivos oficiales, emitidos por la Casa de la Moneda y Timbre y además, cuentan con una numeración y una distinción entre turismos o vehículos industriales y motocicletas.
En el primer caso son inversos para poder adherirse tras el cristal del parabrisas y ser leídos desde fuera, mientras que es de las motos son adhesivos normales para poder colocarlo en cualquier parte visible de la moto. Para evitar cualquier fraude, además de la matricula impresa, también cuentan con pequeños cortes que evitan que se puedan despegar sin romperlos e impedir que los roben.